La violencia tiene sus costos

GINEBRA/VIENA — La violencia destroza vidas y supone importantes costos económicos para las sociedades de todo el mundo, algunas de las cuales gastan más del 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) en tratar las lesiones relacionadas con la violencia, según los resultados de un nuevo informe que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho público en la 7ª Conferencia Mundial sobre Prevención de Lesiones y Promoción de la Seguridad, celebrada en Viena (Austria).

«Las dimensiones económicas de la violencia interpersonal», fruto del «Informe mundial sobre la violencia y la salud» publicado por la OMS en 2002, recopila la información disponible actualmente acerca de los costos de la violencia contra los niños, las mujeres y los ancianos, así como de la violencia entre los jóvenes, incluida la información sobre la relación costo-efectividad de la prevención de la violencia.

Cada año mueren en todo el mundo 1,6 millones de personas debido a la violencia; varios millones más sufren lesiones y problemas físicos, sexuales, reproductivos y mentales. La violencia se encuentra entre las principales causas de muerte de las personas de 15 a 44 años, siendo responsable del 14% de las muertes entre los hombres y del 7% entre las mujeres. Aunque la mayoría de los hombres víctimas de homicidio son muertos por extraños, casi la mitad de las víctimas del sexo femenino mueren a manos de sus parejas o esposos actuales o pasados; en algunos países la proporción alcanza el 70%. Con respecto al maltrato de los niños, los estudios realizados en algunos países indican que aproximadamente un 20% de las mujeres y un 5-10% de los hombres sufrieron abusos sexuales durante la infancia.

El nuevo informe «Las dimensiones económicas de la violencia interpersonal» se centra concretamente en los costos de la violencia para las sociedades. A continuación se mencionan algunos de sus resultados. En un estudio de países centroamericanos y sudamericanos, el costo de los gastos sanitarios relacionados con la violencia (expresados como porcentaje del PIB) fue del 1,9% en el Brasil, del 4,3% en Colombia, del 4.3% en El Salvador, del 1,3% en México, del 1,5% en el Perú, y del 0,3% en Venezuela.

En Inglaterra y Gales (Reino Unido), se calcula que el costo anual total de la delincuencia es de US$ 63,8 mil millones, de los cuales más del 60% se debe a los asesinatos, agresiones sexuales y otras lesiones relacionadas con la violencia. Se calcula que sólo los homicidios tienen un costo anual de US$ 194 millones en Australia, de US$ 67 millones en Nueva Zelandia y de US$ 30 millones en la provincia del Cabo Occidental (Sudáfrica).

En Australia, la violencia en el lugar de trabajo le cuesta a los empleadores US$ 5582 por víctima y supone para la economía australiana unas pérdidas anuales de US$ 837 millones.

La Dra. Catherine Le Galès-Camus, Subdirectora General de la OMS responsable del grupo orgánico Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental, destacó uno de los principales mensajes de «Las dimensiones económicas de la violencia interpersonal». «Más allá de las tragedias humanas personales que trae consigo todo caso de violencia, sus consecuencias tienen para la sociedad un costo económico extremadamente elevado. Para responder a la violencia se desvían miles de millones de dólares de la educación, la seguridad social, la vivienda y el ocio hacia la asistencia a las víctimas y las intervenciones de la justicia penal contra a los autores, tareas esenciales pero aparentemente interminables.»

En muchas partes del mundo, especialmente en los países en desarrollo, no hay información sobre los costos directos de la violencia. «Uno de los grandes retos de los próximos años será fortalecer y apoyar las investigaciones de los países en desarrollo acerca de los costos de la violencia interpersonal, y trasladar sus resultados a la formulación de políticas y a las actividades de promoción, en las que pueden reforzar los argumentos a favor de la prevención», añadió la Dra. Le Galès-Camus.

Las estimaciones de los costos de la violencia en los Estados Unidos de América (EE.UU.) alcanzan la cifra de más de US$ 300 mil millones por año. Según los resultados de un estudio, sólo el maltrato de los niños tiene para la economía de los EE.UU. un costo anual de US$ 94 mil millones, lo cual representa el 1% del PIB nacional. En esta cifra se incluyen los costos médicos directos y los relacionados con los servicios legales, policiales y penitenciarios, así como el valor de las pérdidas indirectas de productividad, los costos psicológicos y la delincuencia futura.

Entre todos, el mayor componente es la delincuencia de los adultos relacionada con el maltrato a los niños, que según los cálculos es de US$ 55,4 mil millones anuales. Con respecto a la delincuencia juvenil, se calcula que el delito típico cometido por un joven le causa a la víctima un costo de US$ 16 600 a US$ 17 700, más US$ 44 000 en costos para el sistema penal. Los estudios también indican que entre un 56% y un 80% de los costos de la atención a las lesiones agudas por arma de fuego se pagaron directamente con financiación pública o no se pagaron, caso en el que fueron absorbidos por el gobierno y la sociedad en forma de financiación asistencial no compensada y de tasas de pago más elevadas.

«Las buenas noticias de este informe sobre las dimensiones económicas de la violencia son que, según los escasos estudios de costos-beneficios que se han realizado, la prevención de la violencia es rentable», señaló el Dr. Alexander Butchart, Coordinador de Prevención de la Violencia (OMS). De hecho, en varios estudios realizados en los EE.UU. se ha calculado que la asignación de incentivos a la graduación de los jóvenes de alto riesgo y a la preparación de los nuevos padres para la paternidad son, respectivamente, entre siete y cinco veces más rentables que la inversión en la aplicación de la ley y el encarcelamiento como medidas de prevención de la violencia. «Aunque todavía es necesario demostrar si se pueden obtener los mismos resultados en los países en desarrollo, estos datos indican que la prevención de la violencia es buena no sólo para la salud y la seguridad, sino también para una economía sana», añadió el Dr. Butchart.

La OMS está participando activamente en los esfuerzos actuales para prevenir todas las formas de violencia interpersonal, entre ellas el maltrato a los niños, la violencia juvenil, la violencia en la pareja, la violencia sexual y el maltrato a los ancianos. Desde que la OMS presentó su «Informe mundial sobre violencia y salud», sus recomendaciones sobre la prevención de la violencia han sido respaldadas por la Asamblea Mundial de la Salud, la Comisión de Derechos Humanos, La Unión Africana y la Asociación Médica Mundial. Entre otras cosas, estas recomendaciones piden a los gobiernos y a las partes interesadas en todos los niveles decisorios que definan prioridades y apoyen la investigación sobre las causas, consecuencias, costos y prevención de la violencia.

Aprovechando el impulso conseguido mediante los actos nacionales celebrados en cerca de 50 países, la Campaña Mundial OMS de Prevención de la Violencia, utilizará el nuevo informe para aumentar el compromiso político para el apoyo a la ampliación de las investigaciones sobre las causas últimas y las consecuencias de la violencia interpersonal, así como a la creación de programas de prevención de la violencia basados en datos científicos y de mejores servicios para las víctimas.

Nota técnica
A lo largo del informe «Las dimensiones económicas de la violencia interpersonal», los valores monetarios se han convertido en US$ de 2001, a fin de permitir la realización de comparaciones y ajustes en función de la inflación y de los tipos de cambio. Para ello, las cantidades expresadas en otras divisas se convirtieron en US$, utilizando el tipo de cambio a mediados del año de la estimación; después, la estimación resultante en US$ se convirtió en US$ de 2001, utilizando el índice oficial de precios al consumo de los EE.UU. Los tipos de cambio utilizados fueron los de los mercados internacionales, y no se ajustaron en función de la paridad del poder de compra.

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