Riesgos de cáncer de pulmón

Un estudio sugiere la utilidad de la tomografía computerizada en espiral como prueba para detectar el cáncer de pulmón en fases tempranas en este grupo de población.

Los fumadores con antecedentes familiares de cáncer de pulmón deberían someterse a pruebas de cribado para la detección precoz, según aconsejan investigadores de la Sociedad Torácica Americana en un estudio publicado en el último número de la revista American Journal of Respiratory and Critical Care.

Así, los autores señalan que los test de función pulmonar y la tomografía computerizada en espiral podrían ser dos métodos eficaces para la detección precoz del cáncer de pulmón invasivo en fumadores y ex fumadores con antecedentes familiares de esta enfermedad. La tomografía computerizada en espiral, circula alrededor del paciente y, a través de rayos X, ofrece en un ordenador imágenes detalladas de los órganos internos del paciente, lo que permite detectar lesiones en los tejidos.

En este sentido, la doctora Ann G. Schwartz, autora del estudio y miembro del Instituto Karmanos de Cáncer en Detroit recuerda que entre el 85 y el 95 % de todos los cánceres de pulmón son atribuibles al consumo de tabaco. «El tabaquismo es un factor de riesgo tan relevante y evitable, que, en muchas ocasiones, se ha pasado por alto la importancia de la historia de familia y la sensibilidad genética a la hora de valorar el riesgo de un paciente de desarrollar cáncer de pulmón», explica.

Sin embargo, según esta experta, en las personas con antecedentes familiares de cáncer de pulmón el riesgo de padecer esta enfermedad es entre dos y tres veces mayor que el de aquellos en cuya familia no se ha padecido esta patología.

Según los resultados del análisis realizado por la doctora Schwartz, de los 26.000 pacientes diagnosticados de cáncer de pulmón que fueron analizados, un 14% poseían, al menos, un familiar de primer grado que había sufrido la enfermedad. Además, los autores detectaron que la edad media de inicio de la enfermedad en pacientes con antecedentes familiares era de 50,5 años, lo que indica que estas personas tienden a desarrollar la enfermedad a una edad más temprana.

A pesar de ello, la edad media en la que se diagnostica el cáncer de pulmón son los 70 años y la supervivencia de 5 años, lo que demuestra que el diagnóstico aún se realiza en fases avanzadas de la enfermedad, en un 15 por ciento de los casos.

Aunque hasta ahora se había cuestionado la aplicación de la tomografía computerizada en espiral como prueba de secreening del cáncer de pulmón en la amplia población de fumadora, los autores defiende que esta técnica podría supone importantes ventajas para un grupo muy determinado de pacientes. Así, sugieren que se identifiquen grupos de alto riesgo —para posteriormente someterles a esta prueba— a través de sistemas como la recogida rutinaria de datos sobre la historia familiar de cáncer de pulmón en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología también muy ligada al tabaquismo.

Finalmente, los investigadores recomiendan la realización de estudios genéticos sobre cáncer de pulmón y EPOC.

Fuente:www.azprensa.com

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