Estremecedor informe de la OMS

NEW YORK/GINEBRA — Más de 2600 millones de personas (más de un 40% de la población mundial) carecen de acceso a saneamiento básico, y más de 1000 millones de personas todavía utilizan agua obtenida de fuentes insalubres, advierte un informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF.

El informe, titulado Meeting the Millennium Development Goals (MDG) drinking water and sanitation target – A mid-term assessment of progress, describe el progreso realizado por países, regiones y el mundo en general entre el año de referencia (1990) y el año a mitad del ejercicio (2002). El informe presenta dos predicciones significativas sobre el logro de los objetivos para el año 20151, basándose en los progresos realizados hasta el momento:

Último caso anterior de poliomielitis en Guinea: 27 de octubre de 1999.
Último caso anterior de poliomielitis en Malí: 12 de enero de 1999.
Fechas de inicio de la parálisis en los tres nuevos casos registrados en la región sudanesa de Darfur: 7, 11 y 17 de julio.
La OMS y el UNICEF afirman que el grave número de pérdidas humanas que se produciría si no se alcanzara la meta del saneamiento podría evitarse colmando la brecha entre las poblaciones rurales y urbanas y proporcionando una educación higiénica elemental.

Las organizaciones advirtieron de que la tendencia mundial hacia la urbanización está marginando a los pobres de las zonas rurales y ejerce mucha presión sobre los servicios básicos de las ciudades. En consecuencia, las familias que viven en aldeas rurales y barrios urbanos se ven atrapadas en un círculo vicioso de mala salud y pobreza. Los niños siempre son quienes padecen en primer lugar la carga de las enfermedades provocadas por el agua sucia y la falta de higiene, mientras que el impacto más amplio de los entornos antihigiénicos debilita el progreso económico y menoscaba el buen gobierno.

Carol Bellamy, Directora Ejecutiva del UNICEF afirma que «millones de niños de todo el mundo nacen en medio de una emergencia silenciosa de cobertura de las necesidades más básicas» y que «la creciente disparidad entre ricos y pobres en términos de acceso a los servicios básicos acaba con la vida de unos 4000 niños cada día y subyace a muchas más de las 10 millones de muertes infantiles que se producen cada año. Debemos actuar inmediatamente para colmar esta brecha, o el número de víctimas, sin duda, aumentará».

«El agua y el saneamiento son dos de los determinantes principales de la salud pública. Siempre que se logra un acceso fiable al abastecimiento de agua inocua y a un saneamiento adecuado, la población gana una importante batalla contra un vasto abanico de enfermedades», afirma el Dr. LEE Jong-wook, Director General de la OMS.

Las regiones en desarrollo, como el África subsahariana, son las que corren más peligro. Sin embargo, el informe también hace hincapié en algunas tendencias preocupantes de las regiones industrializadas2, en las que se estima que las cifras relativas a la cobertura de agua potable y saneamiento básico disminuyeron un 2% entre 1990 y 2002. En la antigua Unión Soviética, un 83% de las personas tenía acceso a servicios de saneamiento adecuados. Dichos porcentajes podrían disminuir con el aumento de las presiones económicas y demográficas.

Las consecuencias de la falta de acción son graves, según la OMS y el UNICEF. Actualmente las enfermedades diarreicas se cobran la vida de 1,8 millones de personas cada año (la mayoría niños menores de cinco años) y dejan a millones de personas más debilitadas para siempre. En África, la necesidad de ir a buscar agua potable hace perder más de 40 000 millones de horas de trabajo. Muchos niños, en particular niñas, no van a la escuela porque carecen de letrinas, con lo que se desaprovecha su potencial intelectual y económico.

Bellamy y Lee afirman que para invertir esta tendencia y lograr una cobertura universal de agua y saneamiento no sólo se necesita dinero. Las políticas nacionales basadas en el principio de «un poco para todos» en vez de «mucho para unos pocos» han sido la clave de las mejoras registradas en muchos países. A escala local, los recursos deben reorientarse para abarcar a las comunidades más pobres y lograr que el gobierno local y el sector privado cooperen para encontrar soluciones asequibles.

El Dr. Lee afirma que para alcanzar las metas de 2015, los países deben poseer la voluntad política y los recursos necesarios para atender a 1000 millones de nuevos habitantes urbanos y reducir en casi 1000 millones el número de habitantes urbanos que carecen de acceso a servicios de saneamiento adecuados. En caso contrario, se corre el riesgo de dejar a millones, o incluso miles de millones de personas al margen del proceso de desarrollo.

La OMS y el UNICEF afirman que el informe, el primero de una serie que examina los progresos realizados en la esfera del abastecimiento de agua y del saneamiento, debería ser un llamamiento a todos los dirigentes del mundo. Los países tienen que seguir trabajando para eliminar las disparidades que existen en los servicios básicos, y los datos muestran claramente que ello puede lograrse antes de que venza el plazo para alcanzar los ODM en 2015.

Existen asimismo algunos indicios muy alentadores. Se han obtenido importantes beneficios en la esfera del acceso al agua y el saneamiento pese a los numerosos obstáculos existentes en muchos países. Ese progreso ha sido el resultado directo de la fijación de prioridades en la formulación de políticas y de una campaña encaminada a encontrar soluciones eficaces a escala local.

La Sra. Bellamy afirma que la importancia del informe radica en que demuestra que se pueden lograr mejoras significativas en un plazo breve, incluso en los países más pobres, y que si identificamos ahora las tendencias y nos comprometemos a introducir las correcciones necesarias, tendremos una oportunidad genuina de asegurar que en 2015 esos servicios básicos esenciales estén a disposición de todos.

Fuente OMS www.who.int

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