OMS advierte que unos 5 millones carecen de servicios básicos

GINEBRA — La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado hoy que es necesario actuar con urgencia para atender las necesidades sanitarias de la población afectada por el terremoto y el maremoto registrados en Asia sudoriental. Entre 3 y 5 millones de personas de la zona carecen de medios para atender sus necesidades vitales más elementales: agua no contaminada, cobijo, alimentos, saneamiento y atención sanitaria.
La OMS estima que para afrontar las necesidades de salud pública más inmediatas y responder a esta importante catástrofe precisa US$ 40 millones.

«Cuatro días después de que el maremoto golpeara las costas de Asia sudoriental tenemos una idea más clara de la gravedad de la devastación y el sufrimiento humano que ha provocado», ha declarado el Dr. LEE, Jong-wook, Director General de la OMS. «Se trata de la catástrofe natural más grave que ha afectado a la región desde hace decenios. Las necesidades sanitarias de las poblaciones afectadas son urgentes e importantes»

«A menos que se movilicen urgentemente los recursos necesarios, y se coordinen sobre el terreno», ha señalado el Dr. David Nabarro, Representante de la OMS para la Acción Sanitaria en las Crisis, «las enfermedades podrían provocar tantas víctimas mortales como el propio maremoto. No era posible prevenir el tsunami, pero sí pueden prevenirse muchas muertes y sufrimientos evitables.»

La información disponible sobre las zonas devastadas sigue siendo escasa, pero la OMS y los órganos y organismos asociados de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales asociadas están ultimando la evaluación preliminar de las consecuencias humanas de la catástrofe. En estos momentos se estima en 80 000 el número de personas muertas, y en unas 300 000 el de personas heridas; muchas de ellas necesitadas de atención médica o quirúrgica urgente. Son innumerables los supervivientes amenazados por enfermedades transmisibles o por la agravación de afecciones previas. Por ejemplo, en Indonesia, en la costa de Aceh sólo funciona un hospital; no hay electricidad ni combustible. En Sri Lanka, al parecer gran parte de la infraestructura sanitaria pública de la costa está dañada y las unidades que funcionan están desbordadas.

La OMS ha desplegado equipos de emergencia en la mayoría de los países más gravemente afectados, Indonesia, Sri Lanka y Maldivas, que están elaborando estimaciones de los daños sufridos por las infraestructuras sanitarias y de las necesidades de las poblaciones en cuanto a suministros médicos y atención de salud.

Sobre la base de las evaluaciones preliminares, se han establecido las siguientes prioridades inmediatas y a largo plazo en materia sanitaria:

Proporcionar asistencia médica a los centenares de miles de personas heridas. Algunos hospitales están colapsados por la llegada de heridos, y el personal sanitario trabaja sin descanso. Asegurar que todas las poblaciones afectadas disponen de agua no contaminada en cantidad suficiente, además de un saneamiento adecuado y suficiente en los campamentos y asentamientos temporales, para reducir el riesgo de que se produzcan brotes de enfermedades diarreicas tales como diarrea y disentería. Impedir que los supervivientes que han perdido sus hogares vivan hacinados o en condiciones antihigiénicas o peligrosas. En esas situaciones aumenta el riesgo de que contraigan infecciones respiratorias agudas, que fácilmente pueden provocar neumonías, una de las principales causas de mortalidad (especialmente entre los niños y las personas de edad) si no se tratan adecuadamente. En toda la zona, la población afectada tiene que disponer fácilmente de medicamentos esenciales y atención sanitaria competente. Reforzar la vigilancia de las enfermedades epidemiógenas, en particular la malaria y la fiebre amarilla. Las aguas estancadas crearán condiciones favorables para la reproducción de los mosquitos vectores y aumentarán el riesgo de epidemias entre la población que viva en condiciones de hacinamiento o en refugios provisionales.
La OMS presta ayuda a las autoridades locales y nacionales para responder a la crisis humanitaria y proteger la vida de los supervivientes, asesora a la comunidad internacional para que la ayuda que proporciona pueda utilizarse de la manera más rápida y mejor posible, y vela por que se restablezcan de inmediato los servicios de salud.

La OMS ya ha despachado 33 botiquines de emergencia con medicamentos y equipos básicos para atender a más de 330 000 personas durante tres meses. La prioridad ahora es velar por que todos los que lo necesiten dispongan de medicamentos esenciales, sales de rehidratación, soluciones intravenosas y otros artículos de importancia vital.

Fuente OMS

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