El oposicionismo en lo/as niño/as y púberes

Empieza desde bien pequeño. Allí cuando apenas se desplaza y aún ni habla, toma en la mano algo que puede romperse, y tan pronto haces el primer gesto para rescatarlo o dices «eso no se toca» … crash!!!, se hizo añicos contra el suelo.

 
A partir de allí empieza a reafirmarse. Cada NO que dices, parecer producir en el niño el efecto contrario, afirma más una conducta de negatividad a la norma.
 
Así llega al jardín, a la primaria… y puede llegar a la adolescencia, en donde ya el oposicionismo puede tomar carices hasta dramáticos : fracaso escolar, conductas de riesgo, relaciones peligrosas, embarazos adolescentes, huidas del hogar.
 
Las madres y los padres vamos haciendo los NO cada vez más grandes, y ellos y ellos generando cada vez más anticuerpos a la norma…