Los fármacos de estatinas podrían disminuir el riesgo de ictus y mortalidad que aparece asociado a operaciones de endarterectomía de la arteria carótida, una intervención quirúrgica que se lleva a cabo para impedir el ictus en pacientes de alto riesgo, según un estudio de la Universidad norteamericana Johns Hopkins, que se publica en «Journal of Vascular Surgery». Los expertos explican que esta misma operación supone un pequeño riesgo de ictus.
Los fármacos de estatinas proporcionan protección frente al ictus y la mortalidad en pacientes que pasan por la endarterectomía cuando se administra una semana antes de la cirugía.
Según Bruce A. Perler, autor principal del estudio, aun en el mejor de los casos, entre el uno y el cinco por ciento de los pacientes sufrirá un ictus o morirá debido a las complicaciones de la cirugía. En el estudio, se realizó una revisión de los registros de 1.566 pacientes que sufrieron esta intervención entre los años 1994 y 2004. El 42% de ellos (657) recibió un fármaco con estatinas una semana antes de la cirugía.
Los pacientes que recibieron los fármacos de estatinas eran más propensos a tener riesgos, como la hipertensión, colesterol alto, enfermedad de la arteria coronaria, eran varones y tenían antecedentes de tabaquismo. Pero estos pacientes de alto riesgo experimentaron una tasa hasta tres veces menor de ictus durante los días inmediatamente posteriores a la cirugía y una tasa cinco veces inferior de mortalidad en el mismo periodo.
La enfermedad de la arteria carótida se produce cuando ésta se bloquea por una placa formada por colesterol y grasas. Si la arteria está completamente bloqueada o si una placa se desprende y viaja hacia el cerebro, se produce un ictus.
En la endarterectomía, los cirujanos hacen una incisión sobre la arteria, la sujetan y quitan la placa, reabriendo la arteria. En un pequeño porcentaje de pacientes, se desprenden durante la cirugía pequeños trozos de placa o coágulos de sangre que se forman en la arteria, y se produce el ictus. Las estatinas parecen reducir este riesgo, aunque los médicos no están seguros de cómo lo hacen. Según Perler, si estos fármacos disminuyen la probabilidad de que estas placas se desprendan o de que los coágulos se formen debido a sus efectos antiinflamatorios, son sólo especulaciones.
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