Un 45 por ciento de los pacientes con dolor de cabeza encuestados estima que su vida sexual es regular o mala

Un estudio exploratorio, avalado por la Sociedad Española de Neurología, se ha propuesto analizar los principales trastornos de la salud sexual de los pacientes con migraña y otras cefaleas. Se trata de una iniciativa de la Fundación Migraña, que nace con el fin de promover y desarrollar proyectos de investigación sobre la enfermedad, teniendo en consideración los aspectos asistenciales, científicos, las repercusiones sociales de las mismas, así como realizar estudios epidemiológicos que permitan un mayor conocimiento de la enfermedad de la migraña y lleven a su prevención.

La importancia de esta investigación radica en que apenas existe información al respecto, de ahí su trascendencia. Los resultados preliminares sugieren que un 45 por ciento de los pacientes con dolor de cabeza que han respondido a la encuesta estima que su vida sexual es regular o mala y similar proporción de pacientes reconoce al menos 1 fármaco antimigrañoso que afecta o ha afectado negativamente a su deseo sexual. Además, aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes que recibe tratamiento farmacológico preventivo para su dolor de cabeza afirma que el tratamiento reduce claramente su deseo sexual.

“Animamos a los pacientes con migraña y otras cefalea a que respondan a esta encuesta anónima. Es vital conocer el alcance de estos trastornos y que todos los afectados sepan que existe solución”, afirma el Dr. David Ezpeleta, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN). La encuesta puede responderse en la página web de la Asociación Española de Pacientes con Cefalea – AEPAC (www.dolordecabeza.net).

“En la Asociación y a través de la web recibimos gran cantidad de preguntas relativas a cefalea y sexo, especialmente por parte de los varones y, en concreto, sobre cefaleas postcoitales, pérdida de potencia sexual, problemas en la eyaculación y pérdida de deseo sexual. Tanto hombres como mujeres, afirman tener problemas de pareja por falta de sintonía en las relaciones sexuales en los casos de afectación por esta enfermedad en cualquiera de los componentes de la pareja”, afirma Teófila Vicente, médico de la AEPAC.

Los resultados de este trabajo serán presentados en la próxima Reunión Anual de la SEN (noviembre de 2009). “Pese a ser un trabajo meramente exploratorio, es posible que sus datos nos enseñen muchas cosas sobre la salud sexual de los pacientes con migraña y las variadas relaciones entre migraña, sexo, sexualidad y actividad sexual”, explica Ezpeleta.

Para los expertos, se habla de cefaleas primarias cuando no hay una causa demostrable tras un estudio adecuado, como sucede en la migraña, la cefalea de tensión y la cefalea en racimos, entre otras. En España, constituye el primer motivo de consulta en la especialidad de Neurología y supone entre un 20 por ciento y un 30 por ciento de las mismas.

Los efectos secundarios sexuales de los fármacos que se usan en la prevención de estas cefaleas son, probablemente, más frecuentes o más determinantes en hombres que en mujeres. Disminución del deseo sexual, retraso en el orgasmo, cambios físicos que afectan a la autoestima, dificultad en la erección o alteraciones de la eyaculación son algunos de los efectos secundarios de los fármacos que se usan en el tratamiento de los principales dolores de cabeza.

Afortunadamente, muchos de estos trastornos pueden solucionarse con un cambio en la medicación. “Los trastornos sexuales relacionados con la migraña, otras cefaleas y su tratamiento pueden resolverse si el paciente consulta con su médico. Animamos a todos los pacientes con cefaleas y trastornos sexuales a que lo hablen abiertamente con sus médicos”, enfatiza el Dr. Ezpeleta.

De la misma manera que la salud sexual puede verse afectada por las cefaleas y su tratamiento, el experto va más allá y augura que “si la salud sexual mejora, es muy probable que también mejore la cefalea”. El Dr. Ignacio Moncada presidente de la Asociación Española de Salud Sexual insiste, “la sexualidad es algo bueno –es un derecho del individuo reconocido por la OMS-, y la salud sexual es una parte integral de la salud de las personas. Por tanto, estamos obligados a tratar las disfunciones sexuales porque así mejoraremos la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes. La relación entre los dolores de cabeza y el sexo es una interacción interesante y va más allá de ser una simple excusa, puede llegar a ser un motivo para el sexo”.

En cuanto a las cefaleas primarias asociadas a la actividad sexual, se trata de un dolor de cabeza muy característico, de gran intensidad y que aparece durante el sexo. “Nuestra recomendación es que si alguien sufre esta cefalea por primera vez, acuda directamente a Urgencias, pues es preciso descartar cefaleas secundarias potencialmente graves”, explica Ezpeleta.

Se trata de una cefalea precipitada por la actividad sexual que se inicia generalmente como un dolor bilateral y sordo a medida que progresa la excitación sexual. Alcanza gran intensidad bruscamente antes o durante el orgasmo, según los casos, y suele durar entre 1 minuto y 3 horas. Para poder ser diagnosticada, es preciso descartar mediante las pruebas complementarias pertinentes un trastorno intracraneal responsable, sobre todo la primera vez que sucede.

Hasta el momento, no se conoce bien su causa. Aproximadamente, el 50 por ciento de los pacientes que tienen esta cefalea sufren también migraña, de modo que es probable que, en estos casos, la cefalea sexual sea una peculiar manifestación migrañosa desencadenada por el sexo, tanto por el ejercicio del coito como por los cambios neuroquímicos producidos durante las fases de excitación y orgasmo. Es más frecuente en hombres, de modo que, probablemente, existe un factor causal relacionado posiblemente una alteración en la adaptación a los cambios bruscos de presión intracraneal.

El tratamiento de la cefalea primaria asociada a la actividad sexual suele ser muy eficaz. “Algunos pacientes se benefician de medidas no farmacológicas como perder peso, hacer ejercicio regularmente, adoptar una actitud más pasiva o cambiar la postura habitual durante el acto sexual, pero puede ser preciso usar fármacos”, asegura Ezpeleta.

Estos especialistas también aseguran que los tratamientos para la disfunción eréctil pueden producir dolor de cabeza. Así, entre el 10 por ciento y el 20 por ciento de los usuarios desarrollan cefalea como efecto secundario, síntoma que debe ser diferenciado de otras cefaleas relacionadas con la actividad sexual. En las personas sin historia de dolor de cabeza, estos fármacos pueden producir una cefalea similar a la cefalea de tipo tensión, y en los migrañosos, una cefalea indistinguible de la migraña sin aura. Los pacientes que van a recibir este tipo de fármacos deben ser informados de estos efectos adversos.

Finalmente, se recuerda que los anticonceptivos orales pueden poner de manifiesto una migraña latente, empeorar una migraña existente y, en algunos casos, mejorar un síndrome migrañoso.

Fuente: Azprensa

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