Delitos contra la integridad sexual

¿Sabías que el 80 % de los delitos sexuales ocurren dentro del ámbito familiar y cercano?.
¿Sabías que 6 de cada 10 denuncias corresponde a víctimas menores de edad; y que dentro de este universo se encuentran la gran mayoría de los varones víctimas, siendo generalmente durante su infancia y pubertad?.
¿Sabías que a veces pasan muchos años de terrible sufrimiento hasta que una persona puede decir que ha sido víctima de un delito sexual, a veces reiterado durante años, a veces en su propia casa?
¿Te imaginas el sentimiento de culpa y vergüenza de la víctima, y la consiguiente dificultad para denunciar el delito del que ha sido objeto?.

Son los únicos delitos donde no existe evidencia en contrario de la reincidencia. Quien lo hizo, lo volverá a hacer. El agresor sexual no tiene características particulares que permitan identificarlo a priori. Suele ser varón, heterosexual, tener pareja estable, hijos y llevar una vida en apariencia absolutamente normal. La única prevención posible es saber que quien ya ha agredido sexualmente lo volverá a hacer, y podrá acrecentar la violencia de la modalidad. De evitarlo se trata el denunciar, el hacer saber a otras posibles víctimas de su entorno, lo que ha sucedido.