Luchar contra la obesidad para prevenir la diabetes

Washington, DC, (OPS)—A nivel mundial, más de 22 millones de niños de menos de 5 años tienen obesidad o sobrepeso, 17 millones de los cuales viven en países en desarrollo. Cada uno de estos niños se encuentra en alto riesgo de padecer diabetes tipo 2, según información difundida con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se conmemora el domingo 14.

Este año, el día mundial enfoca a este problema que está aumentando en forma epidémica en la infancia y que está directamente relacionado con la aparición temprana de la diabetes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Diabetes (FID), las enfermedades crónicas son una barrera para el desarrollo económico. Mientras que la desnutrición es un problema clave para muchos de los países en desarrollo, los gobiernos se enfrentan también al hecho de que muchos niños comen mal y, además, no hacen suficiente ejercicio.

Globalmente, se estima que el 10% de los niños en edad escolar, entre 5 y 17 años, tiene sobrepeso y obesidad. En Brasil, esta incidencia pasó de 4% a mediados de los años 70 a 13% en 1997. Pero el problema es compartido por los países desarrollados: en Estados Unidos, la incidencia de estas afecciones entre los 6 y 18 años aumentó de 15% en 1970 a 25% en 1990.

La relación entre obesidad y diabetes está científicamente establecida. El 90% de las personas con diabetes padece la forma más común, llamada diabetes tipo 2, y la gran mayoría de estas personas son obesas o tienen sobrepeso. Por eso, «atacar la obesidad infantil ahora es una forma efectiva de prevenir la diabetes en el futuro», dice la Dra. Catherine Le Gales-Camus, del área de Enfermedades no Transmisibles de la OMS, quien agrega que «el costo directo en cuidados de salud de la diabetes ya consume entre el 2,5 y el 15% del presupuesto anual en salud en muchos países».

La OMS está trabajando con los países para implementar la Estrategia Global sobre Dieta, Actividad Física y Salud, adoptaba durante la última Asamblea Mundial de Salud.

Esta estrategia recomienda cambios a nivel individual, comunitario y nacional para modificar el camino de la epidemia de obesidad, a través de cambios en hábitos de vida, hábitos que han llevado a que aumentara en forma alarmante la población infantil con obesidad y sobrepeso.

Aunque en cada país la situación es diferente, las razones por las que los niños son hoy en día menos activos que las generaciones anteriores van desde el aumento de la urbanización y la mecanización, los cambios en los sistemas de transporte y el incremento de las horas que pasan frente a los televisores o las computadoras. Los expertos aseguran que aun pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia.

El profesor Pierre Lefèbvre, presidente de FID, dijo que «los niños y adolescentes que tienen sobrepeso tienden a ser adultos con sobrepeso. Malos hábitos de nutrición y la falta de actividad física ponen a los niños en riesgo de, además, padecer altos niveles de glucosa en sangre, hipertensión y, en el futuro, diabetes. Ya muchos médicos diagnostican esta afección en la adolescencia, cuando normalmente se diagnosticaba en adultos o personas mayores».

En las Américas, se espera que el número de personas con diabetes llegue a 65 millones para 2025. Actualmente, afecta a entre un 10% y un 15% de la población adulta de América Latina y el Caribe y está relacionada con un alto riesgo de mortalidad prematura por complicaciones cardiovasculares. Para abordar las altas tasas de prevalencia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) creó la Iniciativa de Diabetes para las Américas (DIA), cuya meta principal es reducir la carga social y humana de la diabetes en la población de las Américas. Como antecedente, en 1996 se lanzó la Declaración de las Américas sobre Diabetes (DOTA), avalada por un grupo formado por la OPS, la FID, entidades privadas y organismos nacionales e internacionales vinculados a esta enfermedad. Su objetivo es promover una mejor salud y calidad de vida en personas con diabetes.

Según el Plan de Acción para Latinoamérica y el Caribe 2001-2006 de DIA, la diabetes es la causa principal de alrededor de 45.000 muertes que ocurren anualmente en la región.

Sin embargo, asegura el trabajo, esta cifra es conservadora ya que el número podría ser seis veces mayor. «Se considera que la diabetes podría estar causando una mortalidad mucho mayor que la notificada en las estadísticas vitales. Es posible que el número total de muertes anuales relacionadas con la diabetes en Latinoamérica y el Caribe ascienda aproximadamente a 300.000», agrega el estudio. La paradoja es que se trata de una enfermedad prevenible.

En general, en las poblaciones urbanas, la diabetes tiene una incidencia del 10%. Un agravante es que la mitad de las personas que padecen de diabetes no han sido diagnosticadas, por lo cual desconocen su condición y no reciben tratamiento.

Hay dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1 (conocida como diabetes insulino-dependiente, es decir, aquella en la que el paciente debe inyectarse insulina), y la diabetes tipo 2 (no insulino-dependiente, aquella que no depende de esta hormona), también conocida como «diabetes silenciosa». Esta última se caracteriza por aparecer después de los 40 años, con escasos o ningún síntoma. Sin embargo, el aumento de la obesidad está provocando que la diabetes aparezca cada vez en forma más temprana en adolescentes y adultos jóvenes.

Fuente OPS

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