Nomofobia: miedo irracional a no llevar el móvil encima

Los jóvenes que presentan nomofobia necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil.

La nomofobia (abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”), no es una enfermedad en sí, sino un síntoma más de la adicción al móvil. Según una investigadora de la Universidad de Granada, una baja autoestima, problemas con la aceptación del propio cuerpo y déficit en habilidades sociales y en resolución de conflictos favorecen la aparición de este trastorno.

Un estudio realizado en España demostró que  el 8% de los estudiantes universitarios españoles sufre nomofobia, un miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima, derivado de un uso patológico de la telefonía móvil. Además, los jóvenes adictos a los teléfonos móviles se aburren más a la hora de realizar actividades de ocio, son más extrovertidos y buscan más sensaciones nuevas que los no adictos, si bien presentan una autoestima más baja que estos.

Usar el teléfono móvil, aunque sea durante mucho tiempo, no produce cáncer

La OMS los calificó como “posiblemente cancerígenos”

No existe relación entre utilizar el teléfono móvil y padecer tumores cerebrales o del sistema nervioso central. Es la principal conclusión de un estudio dirigido por el Instituto de Epidemiología del Cáncer en Copenhague (Dinamarca), que ha publicadola revista British Medical Journal.

Se trata del trabajo más amplio realizado hasta ahora sobre este asunto. Para obtener la información se realizó un seguimiento durante 18 años de casi 360.000 usuarios de telefonía móvil.

Este estudio es la prolongación durante cinco años de uno anterior, concluido en 2002. Para los autores, haber continuado el seguimiento ha permitido investigar los efectos en las personas que llevaban usando teléfonos móviles durante 10 años o más. “Este uso continuado no está vinculado con un mayor riesgo de padecer cáncer”, reconocen.

¿Los teléfonos móviles son peligrosos para la salud?

Cúal es el verdadero riesgo para la salud que representa el uso de teléfonos móviles

Actualmente los teléfonos móviles, o celulares, son parte integrante del moderno sistema de telecomunicaciones. En muchos países los utiliza más del 50% de la población, y el mercado está creciendo rápidamente. A finales de 2009 había en todo el mundo unos 4600 millones de contratos de telefonía móvil. En algunos lugares, esos aparatos son los más fiables o los únicos disponibles.

Dado el gran número de usuarios de teléfonos móviles, es importante investigar, comprender y seguir de cerca las repercusiones que podrían tener en la salud pública.

Los móviles se comunican entre sí emitiendo ondas de radio a través de una red de antenas fijas denominadas «estaciones base». Las ondas de radiofrecuencia son campos electromagnéticos pero, a diferencia de las radiaciones ionizantes, como los rayos X o gamma, no pueden escindir los enlaces químicos ni causar ionización en el cuerpo humano.

Teléfonos móviles pueden producir cáncer

La radiación de los teléfonos portátiles móviles daña el DNA en células humanas, según un extenso, Estudio Europeo.

La investigación no proporciona la prueba definitiva de que radiación equivalente daña a la gente que utiliza los teléfonos móviles. Pero los investigadores acentúan que estudios más extensos se requieren para probar este acoplamiento, hasta entonces, los usuarios de teléfonos móviles deben ser cautelosos.